Por: Redactor
Gynuity, la ONG que dirige la estrategia mundial del aborto químico, ha publicado en su sitio web un documento que introduce la práctica del aborto de manera masiva y enseña a burlar las legislaciones nacionales que lo prohíben.
Janet Ramos Barrientos, del Comité Legal de Alianza Latinoamericana para la Familia (ALAFA), explicó a ACI Prensa que Gynuity ha puesto en línea el documento "Opciones para la introducción del aborto con medicamentos en Brasil. Colombia, México y Perú", en el que detalla cómo encubrir el delito del aborto. Textualmente recomienda "vías no vaginales podrían ser preferibles para algunas mujeres y (con lo cual) disminuirán la posibilidad de descubrimiento de las pastillas si el aborto es clandestino."
Según Ramos, el documento "es un 'enlatado' que consiste en inducir el consumo de un fármaco que inicia el proceso abortivo para luego terminarlo como atención de un aborto incompleto. La ONG Gynuity está a cargo de dirigir esta estrategia mundial desde 2003. Su Presidenta, la Dra. Beverly Winikoff, trabajó por 25 años en el Population Council como Directora de Salud Reproductiva".
Según Ramos, el proyecto para introducir el aborto en estos cuatro países ha sido desarrollado por Gynuity a pedido de la International Planned Parenthood Federation (IPPF), el mayor promotor de abortos quirúrgicos del mundo.
"Aunque en el primer párrafo dice que se trata de 'introducir la tecnología de aborto con medicamentos y aumentar su acceso en toda la región, en la mayor medida permitida por la ley', en el resto del documento no se muestra ningún respeto por la ley vigente. Es prácticamente un manual para burlar la ley", sostiene Ramos.
"En relación a la droga que recomiendan usar para comenzar el aborto saben perfectamente que sólo está permitida en indicaciones distintas y de una especialidad médica distinta a la ginecología. Por lo cual analizan la disponibilidad en estos cuatro países detallando marcas e inclusive precios. Parte importante de este análisis es señalar cómo en estos países se puede conseguir este droga sin receta o usando 'canales informales'", agrega Ramos y pide no difundir el nombre de este fármaco para no colaborar con la estrategia de Gynuity.
Asimismo, lamenta que Gynuity simplifique los riesgos de la droga abortista. "Los riesgos, efectos adversos y contraindicaciones de la droga son tantos que la FDA no ha autorizado su uso en ginecología. Para Gynuity, en cambio, con este aborto químico la mujer podrá hacerlo en casa", indica.
"Gynuity tal como su patrocinador la IPPF no oculta su deseo de que el aborto en América latina sea legal muy pronto ya que señalan que este 'servicio de consejería' para el aborto químico sea la opción mientras no se implemente el servicio de abortos quirúrgicos en estos mismos centros de salud públicos", concluye Ramos.