Por: María Vicente.
Afirma un "agnóstico anticlerical, en una carta al Director: "Soy antiabortista. Porque ... en el aborto no hay libertad sino egoísmo, miedo, rabia e ignorancia y porque con el aborto el Estado se autoexime de su responsabilidad asistencial"
Afirma un "agnóstico anticlerical, en una carta al Director: "Soy antiabortista. Porque ... en el aborto no hay libertad sino egoísmo, miedo, rabia e ignorancia y porque con el aborto el Estado se autoexime de su responsabilidad asistencial" (Forum Libertas, 29-11-07). La detención del abortista Doctor Morís en Barcelona y de varios colaboradores de sus clínicas, me lleva a evocar las velas que algunos encienden en las cercanías de las clínicas de aborto en determinadas fechas. A los niños que llegan a estas clínicas en el vientre de sus madres gestantes, ¿quién los defiende? Ni el Gobierno de la nación ni el autonómico; ni los médicos ni el personal de la clínica, que se lucran con su muerte atroz (sus restos mortales hechos papillas, van, como se ha sabido, al desagüe para borrar la prueba mayor del delito). No cuentan, ni siquiera, con el amor y protección de su propia madre, ni de su abuela ni de las amigas de la madre, gente ignorante o sin conciencia ni piedad. Como afirmaba la Madre Teresa de Calcuta, los niños víctimas del aborto son los más pobres de los pobres. ¿ No deberemos ofrecer nuestra oración compasiva y defenderlos? Su sangre inocente es un grito que clama venganza al Cielo. María F. Vicente