domingo, 30 de diciembre de 2007

La familia y el poder


Leyendo libros sobre la antigüedad, uno comprueba que donde más peligro corría un príncipe era en el seno de su propia familia. El asesinato de Benazir Butto muestra lo peligroso que es estar cerca del poder cuando no hay recursos morales.

El otro día alguien, en el Heraldo, tachaba de leyenda la historia de Herodes y los inocentes, decía "no es tan bárbaro"... ese señor, en el ejercicio de su poder eliminó a dos de sus propios hijos (Aristóbulo y Alejandro), atendiendo a rumores de conspiración contra su persona, levantados por otro hijo, Antípater, a quien también ejecutó años más tarde por intentar envenenarle. Y según cuenta Flavio Josefo, mandó encerrar a 300 israelitas para que fuesen asesinados en el momento de su muerte para ser así llorado por el pueblo. El ejercicio del poder llevaba a ver como principales enemigos a los de la propia sangre, pero también estaba marcado por la crueldad salvaje de las bestias.

El mismo Constantino no se libró de esas crueldades asesinando hijos y familiares para mantener la linea sucesoria y eliminar riesgos de ser derrocado. Por un rumor "surgía un cuchillo".

Eso muestra que el "poder", sin moral, el poder sin ética no es más que un equilibrio que, incluso emponzoña la familia.

Y, sin embargo, la familia natural y la familia cristiana van por otra dirección: en vez de poder se habla de servicio, en vez de rivales de ayuda mutua, en vez de rencillas se habla de remanso de paz, en vez de sumisión se habla de amor, la obediencia no es al tirano sino al que quiere tu bien... y luego, para que eso sea estable y dure, en el momento de la emancipación, "vuela" el hijo y forma su propio hogar.

El gobierno del Estado, desde la exaltación del poder y la eliminación de la moral, lleva a las mayores degradaciones: parricidios, fratricidios, incestos, guerras y tiranías.

El gobierno de la familia, desde la exaltación del amor lleva al servicio generoso, a la ayuda mutua, a la comprensión y a la paz.

La brecha abierta en la "universalidad" de la ética y de los valores morales, hace derivar la sociedad a un mero equilibrio de poderes... y a una debilitación de los valores familiares. Es cuestión de elegir.

frid