martes, 4 de septiembre de 2007

Una definición de la Cultura de la muerte por Ángel Rodríguez Luño

Una definición de la Cultura de la muerte, por Ángel Rodríguez Luño.

 

Leyendo el libro "Cultura política y conciencia cristiana" he encontrado esta magnífica definición de Cultura de la muerte que traslado para nuestra reflexión y comentario.

 

Dice Ángel Rodríguez Luño: Cultura de la muerte es la legitimación y apoyo social, jurídico y ético de la matanza de seres humanos inocentes o indefensos por parte de quienes, en virtud de estrechos lazos de parentesco o por motivos profesionales y deontológicos, deberían acogerlos, cuidarlos y protegerlos.

 

En definitiva, la víctima, el inocente, es juzgado como injusto agresor por aparecer como fruto de una relación sexual voluntaria "normalmente" pero que no se ha podido evitar el "efecto colateral"... o bien por ser la carga que se hace ya socialmente inadmisible porque "amenaza" nacer con alguna tara no deseada. O bien esa víctima es sugestionada para pedir ser matado (asesinato asistido) porque se le hace ver que "la sociedad" no puede atender la onerosa carga del enfermo terminal o porque su calidad de vida es inaceptable, o "porque la herencia tarda en llegar" o las "vacaciones no se quieren retrasar"...

 

Las limitaciones físicas son consideradas un fracaso de la "salud social", son proyectos humanos abortables con todo el apoyo de la ley.

 

Son abortistas, eugenetistas, o matadores de enfermos y disminuidos los mismos padres, hijos, esposos, compañeros o hermanos y demás familiares. También lo son médicos, enfermeros, asistentes sociales y demás personas preparados profesionalmente para cuidar de la vida.

 

Los cuidadores se convierten en verdugos.

 

Y así el mundo que crean y que fomenta también el texto socialista de "Educación para la Ciudadanía" en España es un mundo de incertidumbre y desconfianza. Los más íntimos y el personal sanitario o asistencial se convierten en un peligro para la persona más débil. Las tradicionales relaciones de confianza familiar o social quedan así desechas y sometidas a la duda.

 

¿Genera paz y orden social ese sistema?

 

frid