miércoles, 19 de septiembre de 2007

La Europa de Benedicto XVI

 

La Europa de Benedicto XVI

 

En su viaje apostólico a Austria Benedicto XVI pronunció un importante discurso sobre la situación de Europa y el papel que debe asumir en el mundo actual. El Santo Padre, quien en diversas ocasiones había comentado su preocupación por el relativismo, que hace "que el bien y el mal no se distingan", emplazó a Europa a ser vanguardia en la lucha contra la pobreza y la búsqueda de la paz.

 

Benedicto XVI, al igual que su predecesor, piensa constantemente en Europa, y no tanto para defender un "eurocentrismo" católico, incompatible con la universalidad de la Iglesia, sino para reanimar la conciencia europea, cuyo adormecimiento está siempre presente en los discursos del Santo Padre y tiene una directa relación con el relativismo moral que denuncia. En concreto, pidió a Europa que no se desentienda de África y de problemas "como la plaga del sida, la explotación injusta de los recursos naturales o el tráfico de armas". Pero el Papa tampoco dudó en señalar la responsabilidad de las instituciones europeas, a las que "se pueden plantear críticas justificadas".

 

El Santo Padre no entró en detalles de estos reproches, aunque no es difícil ver en ellos la negativa de Bruselas a incluir en la Constitución Europea una referencia al cristianismo o la falta de políticas activas por la familia o el derecho de la vida de los no nacidos.

 

JD Mez Madrid