Por: Redactor de Pro Vida Liberal
Ningún otro país ha experimentado un descenso comparable en el número de infectados. Un brillante documental llamado "El Cambio ya Empezó" celebra esta victoria de la vida y el sentido común.
No es un secreto para nadie que el Bajo Sahara Africano es víctima de una extendida epidemia del SIDA. De acuerdo a las estadísticas publicadas en el 2006 por la UNAIDS (Programas de Naciones Unidas en HIV/SIDA), un estimado de 24.5 millones de personas en esa región eran seropositivos a finales del 2005, con 2.7 millones de personas contrayendo el virus solamente en ese año. Desesperados por detener la propagación de esta enfermedad, que va en camino a convertirse en la plaga más destructiva de todos los tiempos, los países de África golpeados por el SIDA han volteado los ojos hacia Occidente. Sin embargo la asistencia que han recibido parece haber sido más dañina que buena. Las agencias de ayuda de occidente dominadas por una mentalidad secular han bombardeado el continente con programas liberales de educación sexual y condones. A la fecha y de acuerdo a las estadísticas publicados por UNAIDS (disponible haciendo clic aquí), los índices de infecciones de HIV en África continúan aumentando, lo que sugiere que dichos programas, en vez de frenar la propagación de la enfermedad, realmente están contribuyendo a transmitirla alentando un comportamiento riesgoso. Solo un país Africano, Uganda, ha combatido exitosamente el SIDA. El índice de VIH prevalente ha bajado drásticamente en los últimos años. En 1992 más del 18% de la población adulta sometida a análisis resultó positiva en la prueba del virus del SIDA. Para finales del 2005, sólo el 6.7% resultó positiva. Ningún otro país ha experimentado un descenso comparable al de este país. ¿Cómo fue que se consiguió esta extraordinaria respuesta en tan poco tiempo? Las organizaciones de occidente que brindan ayuda, ansiosos por justificar sus programas (y sus descubrimientos), falsamente atribuyen este descenso a la educación sexual y al uso del condón. Sin embargo, los mismos ugandeses cuentan una historia mucho más sencilla. Una historia que puede ser resumida en una sola palabra: abstinencia. El héroe anónimo de la victoria de Uganda sobre el SIDA es una monja católica llamada Hermana Miriam Duggan, M.D. A los inicios de la lucha contra esta mortal enfermedad la Hermana Miriam desarrolló un programa llamado "Educación para la Vida", un programa que alienta a las personas a vivir la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad dentro de él. Educando a las personas acerca de los peligros de la promiscuidad sexual y sus mortales consecuencias, "Educación para la Vida" ha ayudado a cambiar la mentalidad de la gente de Uganda. La Hermana Miriam Duggan y sus colaboradores insisten en que este programa, junto con la buena disposición del gobierno para aceptar la educación de la abstinencia, es lo que ha ayudado a reducir la epidemia del SIDA en Uganda. "Pienso que en la actualidad debe ser muy confuso para los jóvenes responder a la pregunta '¿qué camino debería tomar?'" dice Thandi Hadebe, un educador en la abstinencia del programa Educación para la Vida. "Y es aquí donde pienso que fallamos con nuestros jóvenes; porque damos mucha información contradictoria". Hadebe culpa de la epidemia del SIDA a la promoción indiscriminada del condón y a los diversos mensajes de "sexo seguro" que envían los educadores. Educación para la Vida ensaya una aproximación diferente. "enfatizamos el aspecto de la libertad como parte de ellos, y que pueden usarla para protegerse" dice Fr. Andrew Shjngange, otro educador con el programa. Un nuevo y brillante documental llamado "El Cambio ya Empezó" celebra esta victoria de la vida y el sentido común. Desarrollado por el Obispo Hugo Slattery de la Diócesis de Tzaneen en Sudáfrica, este documental cuenta la historia de la Hermana Miriam y explica cómo funciona en la práctica el programa "Educación para la Vida". En Sembrando con Lágrimas, el sustento documentario de la hermana para el citado documental "El Cambio ya Empezó" , el Obispo Slattery describe el trabajo de organizaciones basadas en la fe que tratan con las consecuencias sociales del VIH/SIDA. Como es lógico, es la gente de fe la que es heroicamente solidaria con los infectados en sus hogares, y el personal de los orfanatos llenos de huérfanos y niños llorando. (Estos excelentes documentales fueron producidos por Metanoia Media, y pueden ser ordenados vía Internet en CatholicStudio.com ). Pocos conocen mejor que el Obispo Slattery los problemas de la epidemia del VIH/SIDA. El índice de adultos con VIH en Sudáfrica era del 18.8% al final del 2005, o cerca de lo que hubo en Uganda hace 15 años. El programa "Educación para la Vida" ha sido introducido en su diócesis y se extendió a lo largo de toda Sudáfrica. El asombro éxito de Uganda en combatir la propagación del SIDA puede ser atribuido a este revolucionaria proximación al problema: a través de la promoción de la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad dentro de él. "(SIDA) es una amenaza para toda la civilización, es una amenaza para nuestro futuro, es un asunto que nos mueve a preguntarnos '¿habrá nuevas generaciones por aquí en el futuro?'" dice el Obispo Slattery. "Suena pesimista visto de esa forma, pero en realidad, el problema es muy grave, si ves las estadísticas" "Se hace cada vez más evidente día a día que la obsesión del mundo occidental en la promoción del condón está estorbando severamente los esfuerzos de los países africanos para manejar efectivamente el VIH/SIDA", dice el Obispo Slattery. "El único país que muestra un progreso real combatiendo contra esta enfermedad es Uganda… a través de la promoción de la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad dentro del matrimonio. El mundo occidental se rehúsa a aceptar y destacar este tremendo logro. Por el contrario, están haciendo todo lo posible por arruinarlo usando todo medio disponible para promover el condón en este país, contra el deseo de los líderes de gobierno. ¿Habrá alguien en USAID que esté al tanto de todo ésto?
25.10.2007.- Anthony Fauci, el "arquitecto del sida"
Por: Redactor
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