jueves, 4 de octubre de 2007
EL VALOR DE UNA SONRISA
Quiero ser libre
En Aragón Liberal
La libertad es un don y una necesidad que hay que ganar día a día, ejerciéndola. Un camino de perfección para el hombre que consiste en desechar cuanto le impide mejorar y buscar lo bueno que hay en todas las situaciones, para sí mismo y para cuantos le rodean.
Esta mañana, cuando llegaba a la parada de autobús, me encontré con un gran atasco de tráfico, un punto de contrariedad que inmediatamente se disipó al percibir que allí nos aguardaba una sonrisa capaz de iluminar la mañana. Me pareció un ángel dispuesto a custodiar el buen comienzo de la jornada.
Sólo intercambiamos unas palabras sobre la posibilidad de llegar al centro a una hora determinada, mas fue suficiente para darle un tono agradable a esos momentos que ya empezaban con algunas dificultades y que luego aumentarían, aunque ahora con optimismo.
Ya que vivimos en una sociedad alterada por la intransigencia de los de siempre; aquellos que aprovechan las contrariedades habituales de la convivencia, con mayor eficacia y daño cuanto mayor es la posición que ocupan, para agrandar e infectar las heridas; que hermoso es disponer de una amplia sonrisa que abarque todo nuestro vivir y equilibre cada circunstancia, aunque no sea tan angelical como la de esta vecina.
Hoy que amanecía gris y que podía haberme tropezado con las miradas indiferentes o adustas de otros días; hoy, me encontré con un ángel que iluminó la mañana y le proporcionó otras posibilidades.
Debo añadir, para el creyente, que después supe que estábamos en la festividad de los Ángeles Custodios y que, a la chica en cuestión, nunca anteriormente la había visto. En cualquier caso: ¡Sonría, por favor!
Javier Peña Vázquez * Málaga
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