viernes, 15 de junio de 2007

Protestas del sector pro-aborto ante la prohibición del aborto por nacimiento parcial.

¿Qué es lo que estarán tramando? Protestas del sector pro-aborto ante la prohibición del aborto por nacimiento parcial.

Por Colin Mason
(c) 2007 Population Research Institute. Con autorización.

A pesar de que la reciente decisión tomada en el caso Gonzales vs. Carhart (prohibiendo los abortos por nacimiento parcial) proporciona sólo una mínima protección a los bebés no nacidos, ésta ha despertado un auténtico frenesí de protesta de parte del sector radical del lobby pro-aborto.

 Estos "ultras" insisten en que el irrevocable "derecho a elegir" sería violado por cualquier medida de control sobre el aborto, no importa cuán restringido sea, y por eso están convocando a sus fuerzas para una acción inmediata. El resultado de esta protesta es la re-introducción del debate para la aprobación de la radical Ley de Libertad de Elección (Freedom of Choice Act, FOCA).


La Ley de Libertad de Elección no es nada nuevo. Fue propuesta a finales de los 80's para "definir" Roe vs. Wade. Se detuvo principalmente debido al esfuerzo de los pro-vida. El lenguaje de línea dura del proyecto de ley hizo que muchos congresistas, incluso los más liberales, se sintieran disconformes ante esta postura abiertamente radical. Gonzales vs. Carhart ha puesto de regreso este polémico asunto de la "libre elección de la mujer" en el centro del escenario político. El congresista Jerrold Nadler (Demócrata por New York) y la senadora Bárbara Boxer (Demócrata por California) han sido los encargados de poner de nuevo este proyecto de ley en la arena política. A pedido del NARAL, Planned Parenthood y la American Civil Liberties Union (ACLU), varias solicitudes de apoyo están siendo firmadas y grupos de presión liberales están incitando a que sus miembros del Congreso voten a favor del proyecto de ley.


A la luz de esto, vale la pena dar un paso atrás y mirar este asunto de la supuesta Ley de Libertad de Elección como realmente es.

El congresista Jerrold Nadler (Demócrata por New York) al igual que la senadora Bárbara Boxer (Demócrata por California) han sido los encargados de poner de nuevo este proyecto de ley en la arena política.


De aprobarse, la Ley de Libertad de Elección podría prohibir al gobierno de cualquier interferencia contra el "derecho" de la mujer de terminar con un embarazo, sea antes... o después de que el feto sea viable cuando poner fin al embarazo sea necesario para proteger la vida o la salud de la mujer". También podría prohibir la "discriminación... en cuanto a la regulación o acceso a beneficios, servicios o información".


Esta es la interpretación más evidente, por decir lo menos, ¿pero qué significa en última instancia? Douglas Johnson del Comité Nacional de Derecho a la Vida (Nacional Right to Life Committee) sea quien quizás lo expresa de mejor manera: "El reclamo de que el proyecto de ley podría "redefinir a Roe" es sólo un ardid de marketing de sus promotores. Ellos esperan que los periodistas y legisladores acepten sin crítica esta redacción ambigua y vaga -cuando en verdad ésta es muy engañosa." El efecto real del proyecto de ley, que ha sido completamente pasado por alto por los periodistas, es de lejos el más generalizado. Johnson continúa: "el corazón del proyecto de ley es una prohibición que podría anular todos los principales tipos de leyes pro-vida que la Corte Suprema ha dicho que pueden ser permitidos bajo el dictamen Roe vs. Wade" El proyecto de ley del FOCA pone la definición de viabilidad fetal en las manos de los abortistas, cuyo trabajo consisten en asegurarse de que el bebé sea inviable.


El proyecto de ley también apunta a redefinir la "viabilidad fetal". La viabilidad ha sido definida tradicionalmente como el momento cuando el bebé se ha desarrollado hasta el período en el cual puede sobrevivir fuera del vientre materno. Esto difiere mucho de la definición adoptada por la Ley de Libertad de Elección, que redefine la viabilidad como: "cuando, de acuerdo al mejor juicio del médico que atiende y basada en los hechos médicos particulares del caso, existe una razonable probabilidad de que el feto puede mantenerse fuera del vientre de la mujer". Así, el proyecto de ley pone la definición de viabilidad fetal en las manos de los abortistas, cuyos trabajos consisten en asegurarse de que el bebé sea inviable, matándolo.


Lo que la Ley de Libertad de Elección propone se puede resumir en lo siguiente: "una mujer debe poder realizarse un aborto siempre que ella lo desee, por cualquier razón que desee, en cualquier momento que quiera durante el embarazo. Cualquier indicio de objeción de cualquier persona será etiquetada como "discriminación" y por consiguiente será tratada como corresponde". ¿Cuánto del esfuerzo total pro-vida se podría considerar inaceptable para la ley al punto de tener que ser elevada a la corte para que ella lo decida?. Esto es, en sí misma, una posibilidad aterradora.


Si la Ley de Libertad de Elección luce como un juego de poder de parte de la izquierda pro-aborto, es porque eso es exactamente lo que es. El lenguaje del proyecto de ley es firme: el tipo de lenguaje que les gusta leer a los votantes ideológicos.


Aún así, parece improbable que la Ley de Libertad de Elección llegue a ser aprobado, por lo menos en este Congreso. Los mismos políticos moderados que detuvieron su aprobación mandándolo de regreso en 1994 probablemente reaccionarán de la misma manera en esta ocasión. Así de este escrito, la Ley de Libertad de Elección sólo tiene 87 co-patrocinadores en la Cámara de Representantes y 18 co-patrocinadores en el Senado.
Y, por supuesto, está el Presidente Bush, quien manifestó públicamente su promesa de vetar legislación anti-vida. Existen cero probabilidades de que este Congreso pueda conseguir los dos tercios mayoritarios necesarios para revocar un veto. (Vea el Reporte Semanal del PRI del 4 de mayo).
Valdría la pena preguntarse ¿por qué el proyecto de ley ha sido propuesto ahora? ¿Por qué no esperan hasta que el Presidente Bush deje el gobierno y alguien más simpatizante a la propuesta pro-aborto sea elegido? ¿Por qué simplemente los anti-vida no esperaron un momento más propicio?


Su imagen pública, esa es la respuesta. Incluso a pesar de que la reciente decisión en el caso Gonzales vs. Carhart hizo poco realmente por prohibir el aborto, parece sugerir que la fuerza se ha desplazado desde los movimientos pro-aborto hacia los movimientos pro-vida. Algo se necesitaba hacer para recuperar la ofensiva. Es por esto que los anti-vida mantuvieron su propia imagen pública a salvo, resucitando un antiguo proyecto de ley pro-aborto. Sus partidarios sienten la necesidad de hacer lobby en el Congreso, pidiendo a sus congresistas que apoyen con su firma este proyecto de ley. La legislación es tan polarizada que puede servir como una especie de prueba de fuego de definición política, específicamente para los nuevos congresistas quienes aún no han manifestado una posición clara en estos asuntos.


El mejor resumen del auténtico propósito de este proyecto de ley se puede encontrar, irónicamente, en el propio web site de la Organización Nacional de Mujeres (National Organization for Women, NOW). En la sección de preguntas y respuestas se lee que con la introducción de esta legislación en el Congreso se espera la "movilización y activación de las correligionarias feministas para consolidar sus fuerzas en la dura batalla que está por delante". Estas activistas incluso han alertado a no esperar el éxito fácilmente. La website sostiene que: "el éxito en el corto plazo no puede ser evaluado únicamente por la aprobación de la legislación, a pesar de que la aprobación de la Ley de Libertad de Elección sería un logro importante". Es bueno que ellos sean tan transparentes al respecto.


Pero existe un objetivo más, el cual creo que prefieren mantener en secreto. Ésto es lo que el proyecto de Ley de Libertad de Elección piensa aplicar como la prueba de fuego en relación al tema del aborto para los posibles candidatos presidenciales demócratas. "¿Usted apoya la Ley de Libertad de Elección?". Ésta será la pregunta que esperan que cada candidato responda afirmativamente.


Finalmente podemos decir que traer de regreso la Ley de Libertad de Elección, a pesar de lo dañina que es en si misma, constituye una bravuconería más que una amenaza propiamente. La legislación no se aprobará, al menos bajo esta administración. Sin embargo, si un poco más de dinero ingresa a los fondos de la Planned Parenthood, si los legisladores pro-opción anotan algunos puntos adicionales más con sus grupos de discusión, y si los candidatos presidenciales pueden ser forzados a comprometerse con la ideología abortista, la Ley de Libertad de Elección habrá logrado su propósito.


Colin Mason es el Director de Comunicaciones del PRI.