Quien les ha visto y quien les ve. La progresía, heredera de la sociedad sin tabús y sin leyes, la que se volvía loca por las consignas del mayo del 68 francés, la que alucinaba con el "prohibido prohibir" ha resultado, al cabo de poco tiempo la más intervencionista de toda la historia, hasta grados nunca alcanzados.
No querían mandamientos y con el hacha de su rebelión se rebelaron contra sus padres y el "sistema",ese sistema que era tan etéreo como las "confabulaciones judeo-masónicas" de nefasta memoria. Pero los padres y las leyes eran reales y vieron delante a unos hijos que no reconocían ninguna autoridad en la tierra mas que su propia voluntad. Rodríguez Zapatero es un heredero aventajado de ellos cuando afirma que la palabra construye la realidad y que el bien y el mal no existen sino que se consensúan.
Pero esos mismos señores gobernando o se han quitado la máscara y todo aquel idealismo era mentira, o son esquizofrénicos crónicos. Ya con Felipe gritaron ¡no a la guerra! y luego votaron ¡sí a la OTAN!. Con Zapatero gritaron ¡paz! nos fuimos de Irak y hoy aumentan efectivos en las guerras de Afganistán, del Líbano y demás zonas calientes del planeta.
Pero es que además han asumido otros mandamientos, y como elegidos arbitrariamente por los hombres ni les hacen buenos ni les sirven mas que para inquietarlos. En el fondo han sustituido el amor a Dios y al prójimo por el "amor a mi propia salud" y así ni fumo ni bebo, pero sí jodo y sí me drogo mientras no trafique con la droga, y sí a otras cosas que han derivado en sida, y otras enfermedades, así como debilitamiento de la voluntad, depresiones, embarazos no deseados, píldoras con efectos abortivos, abortos y muertes o daños irreparables. Mi salud sí, "pero hasta cierto punto". Pero ya no es el prohibido prohibir, sino prohibimos, prohibimos y prohibimos.
Pero además obligamos, obligamos y obligamos: educación según los criterios del Estado, obsolencia declarada del concepto de Dios, porque Él ya murió una vez en la Cruz y no lo pueden pillar de nuevo con las manos en la masa salvando a la humanidad con el Amor.
Han construido una casa derribando los cimientos anteriores. Quien construye su casa sin cimentar ve que viene la riada y hace de esa casa una ruina. Pero ellos sin raíces, sin ataduras, obligan a vivir en una casa con sesenta litros, con 30 metros cuadrados, con la luz más cara. Soluciones habitacionales programables. Y siguen prohibiendo.
Y para salvar la tierra, en vez de incentivar el desarrollo tecnológico han tenido la ocurrencia de que sobramos, sobramos y sobramos. Por eso matamos, matamos y matamos: al niño antes de nacer, al niño nacido con deficiencias y al enfermo al que desahuciamos.
Prohiben la vida, prohiben disfrutar de la vida y prohiben educar en el amor de la vida.
frid
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