Las manos del movimiento global dedicado a la exterminación humana han tomado el control de Portugal, un pequeño país que ha tenido un bajo índice de natalidad desde hace mucho tiempo. Sólo cuatro países en Europa ofrecen fuerte protección legal a los niños por nacer: Irlanda, Portugal, Polonia y Malta. La Unión Europea y organizaciones pro-aborto generosamente financiadas, junto con las Naciones Unidas y otros organismos han estado intentando por décadas conseguir que estos miembros de la Unión Europea se conformen a su ortodoxia del aborto. Ahora, como consecuencia del fallido referéndum del domingo pasado, parece que están muy cerca de tener éxito en uno de esos países.
El referéndum que legaliza aborto a demanda durante las primeras 10 semanas de gestación recibió la aprobación del 59% de votantes y la desaprobación de solamente el 41%.
Sin embargo, puesto que fueron tan pocos los votantes que participaron del referéndum (solamente el 44%) éste se invalidó. Pero no importa. El primer ministro socialista Jose Sócrates dice que de todos modos utilizará el referéndum para justificar lo que ha deseado hacer desde hace mucho, y conseguir una ley del Parlamento que legalice el aborto en las primeras 10 semanas de vida. Este infausto político planea hacer esto por el mes de julio.
En el 90 aniversario de la aparición de Nuestra Señora de Fátima, Portugal podría estar cerca de dar un giro en retroceso en la fe católica y en la vida misma. La legalización del aborto podría ser tan sólo otro síntoma del fatal deterioro moral de Portugal o quizás otro indicador de su camino hacia una eterna inconciencia. El índice de natalidad cayó por debajo del nivel de reemplazo hace más de 20 años y ahora permanece en un escaso 1.5 niños por mujer. Sorprendentemente se cree que para el 2050 el 30% de los portugueses será mayor de 65 años, siendo actualmente de un 17% . Algunos asumen que para el 2015 el índice de natalidad empezará a crecer, predicción bastante incierta. Lo más probable es que este índice continúe bajando, haciendo que la edad promedio de los portugueses llegue a ser de 54 años para el 2050 (actualmente ya es alto, alrededor de los 38 años).
Así pues, dejando a un lado el principio moral cabe preguntarse: ¿es este el momento más conveniente de legalizar el aborto en Portugal? La ley portuguesa ya permite el aborto cuando hay riesgo para la salud de la madre y en los casos de violación. El índice de natalidad es desequilibradamente bajo. La mujeres portuguesas cruzan las fronteras con España para realizarse abortos de cualquier manera. ¿Qué fundada razón podría haber para hacer del aborto a demanda una prioridad en este país que agoniza?
Algunos votantes a favor del aborto en el referéndum pudieron haber sido confundidos por la campaña publicitaria del gobierno, que enfatizaba que se acabarían los abortos ilegales e inseguros que a veces resultan en la muerte de la madre. El gobierno argumentó que ya que estos abortos ocurren de todas formas y su legalización podría, ser la forma de regularizarlos para hacerlos seguros y al mismo tiempo que paguen impuestos. Ya sabemos que esta es la falacia más repetida de algunas campañas pro-legalización del aborto. Argumentan que la legalización reducirá el número de abortos, sin embargo la historia ha demostrado una y otra vez que esta afirmación es falsa.
“Creemos que aquellos que votaron a favor del ‘si’ para ablandar las leyes en relación al aborto de hecho estaban votando contra el aborto ilegal, nosotros en la Iglesia apoyamos eso,” dijo Carlos Azevedo portavoz de la Iglesia en Portugal. “Lo que queremos ver es que se mejore la educación entre los jóvenes y también se mejore el apoyo a las madres.”
Aún es duro creer que con una fuerte campaña pro-vida en Portugal difundiendo la Palabra, más del 59% de quienes votaron por el sí no estuvieran realmente a favor de liberalizar las leyes del aborto. Pero es posible que un buen número de personas hayan estado confundidas y otras tantas estuvieran demasiado apáticas para votar, ya que sólo una minoría de todos los votantes portugueses realmente apoyaba el referéndum.
Los anti-vida nunca se dan por vencidos. Debemos tener esta misma actitud recordando la promesa de Fátima: “Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Es duro creer que con una fuerte campaña pro-vida en Portugal más del 59% de quienes votaron por el ‘sí’ no estuvieran realmente a favor de liberalizar las leyes del aborto. Otras tantas persona fueron demasiado indiferentes para votar.
“El resultado favorable al ‘sí’ es un signo de una acentuada mutación cultural de la gente portuguesa, la cual tenemos que enfrentar con realismo,” dijeron en una declaración de la Conferencia de Obispos portugueses. Esto responde a “la globalización de formas de pensar y de opinar que tienen los medios”. Finalmente dijo, “pedimos a los doctores y a los profesionales de la salud que no duden en acudir al estatuto de ‘objeción de conciencia’ que la ley garantiza.
El Decano de la Universidad de Medicina de Portugal dijo que este Código de Ética dice que la vida comienza en la concepción y por lo tanto espera que la mayoría de doctores se rehúsen a practicar abortos. Sin embargo, los abortistas no han desaprovechado el tiempo y ya han prometido construir 3.5 millones de clínicas abortistas en Lisboa.
Desafortunadamente, el supuestamente pro-vida y líder del partido de la oposición en Portugal, Luis Marques Mendes del Partido Social Demócrata, ya ha claudicado diciendo que no pelearán contra la legalización del aborto ahora que el referéndum ha recibido una aprobación mayoritaria de los votantes. “La voluntad de los portugueses debe ser respetada”, dijo. De otro lado, usando el mantra de políticos conservadores de toda latitud, Mendes quiere conseguir una pequeña concesión o dos de la Izquierda. “Es importante incluir en la versión final de la nueva ley un período obligatorio de consejería para las mujeres que están pensando en tener un aborto.”
El Presidente de Portugal, Anibal Silva, es cercano a Marques Mendes y podría vetar una nueva ley. Pero el problema es que la principal oposición política en el Parlamento se estaría rindiendo sin que la batalla parlamentaria haya empezado siquiera.
Sin embargo aún hay esperanza. Los verdaderos defensores de la vida en Portugal se han organizado para dar la batalla al referéndum y pueden permanecer organizados para pelear el proyecto de ley en el Parlamento. Esperamos que entiendan la realidad de que en este mundo en decadencia los políticos responden muy suavemente a la invocación basada en los principios “¡Defiende la vida!”. En cambio responden inmediata y efectivamente a las presiones:“Vote contra ésto o votaremos contra usted”.
Aprendamos de nuestra oposición. Ellos nunca se dan por vencidos. Portugal votó contra un referéndum para el aborto en 1998, pero ellos trataron nuevamente este año. Lo mismo sucedió con el divorcio en Irlanda hasta que ganaron. Debemos tener esta misma actitud recordando la promesa de Fátima: “Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Joseph A. D'Agostino es Vice Presidente para las Comunicaciones del Population Research Institute.
Steve Mosher es el Presidente del Instituto de Investigación en Población (Population Research Institute), una organización sin fines de lucro dedicada a desmontar la falacia de la sobrepoblación en el mundo.
(c) 2001 Population Research Institute.
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