Alarma por el aumento del consumo de la cocaina. Una sociedad incapaz de poner remedio.

La cocaina y la sociedad sin valores.

Alarma de la cocaína, sociedad sin valores que se extraña del resultado y no quiere atajar la causa. Prohiben el vino y lo convertirán en droga, pero no forman mas que en la "apetencia" y , por qué no probar la droga si eso dicta la apetencia.

Dicen que cada vez más jóvenes. ¿Y qué ven los niños en edades tempranas por la tele? ¿qué enseñan esos "profes progres y avanzados que nadie denuncia? Modernidad de la vida en "salud", alegría" y "todo fácil" porque se me ofrece a la mano.

La realidad es otra, preocupa a los padres, a los hermanos, a los verdaderos educadores y también a nuestros "perdidos y náufragos gobernantes" que encallaron el barco de las virtudes y se asombran de que haga aguas por todos los lados.

Si fuesen sensatos, en vez de haber ministra gendarme, habría ministra formadora en valores humanos. Pero con estos es imposible porque la ideología les ciega aunque se estén muriendo. La culpa la tendrá siempre la derecha.

En este caso, la culpa está en que todavía no han "liberado a los zagales suficientemente".

Locos como para que les dejemos educar a nuestros hijos. Yo no les dejaría entrar en mi casa. Ministra gendarme, Loco presidente de la "tolerancia" con los etarras y demás cuadrilla ¿no veís que nos lleváis al abismo?

No lo verán ni aunque sean ellos los que allí vayan. Dirán "ahora me apetece, lo dejaré mañana".

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Crece la alarma por la cocaína

Los datos que periódicamente aparecen en los medios demuestran que aciertan los responsables del Ministerio de Sanidad al considerar alarmantes los datos que arroja la "Encuesta domiciliaria sobre alcohol y drogas en España", especialmente en lo que atañe al consumo de cocaína, estos días ha vuelto a ser noticia. La temprana edad de nuestros jóvenes en el inicio del consumo de esta droga, entre los 16 y los 18 años, no así del porro; el hecho de que tres de cada cuatro consumidores sean menores de 34 años; el dato de que en una década se ha duplicado el porcentaje de españoles que ha probado la cocaína alguna vez, o la simple constatación de que es fácil adquirirla, son elementos de juicio suficientes para justificar esa alarma.

La prueba más evidente de que la gestión de Sanidad es insuficiente en el combate de la perniciosa "socialización" de este estupefaciente la ha ofrecido la propia ministra, la misma que está combatiendo al vino.

Es verdad que algo falla con estrépito en los mecanismos de prevención y control de una sociedad desarrollada cuando la popularización de un producto tan dañino como la cocaína avanza tanto en tan poco tiempo, y cuando además lo hace con más velocidad que las autoridades que han de atajarla.

La forma de ejercer el poder a la que nos ha acostumbrado José Luis Rodríguez Zapatero, trufada de un intervencionismo abusivo hasta en algunas costumbres sociales, demuestra que en este caso el Gobierno camina desacompasado respecto al ritmo que impone la sociedad.

JD Mez Madrid

¿Cómo produce sus efectos la cocaína?

Se han realizado muchos estudios para entender la forma en que la cocaína produce los efectos placenteros y la razón por la que es tan adictiva. Uno de los mecanismos es el efecto que ejerce sobre las estructuras profundas del cerebro. Los científicos han descubierto regiones del cerebro que se incitan por todo tipo de estímulos gratificantes, tales como alimentos, agua, sexo y muchas de las drogas de abuso. Uno de los sistemas neurales que parece ser más afectado por la cocaína se origina en una región muy profunda del cerebro llamada el área ventral del tegmento (AVT). Las células nerviosas originadas en el AVT se extienden a la región del cerebro conocida como núcleo accumbens, una de las áreas claves del cerebro involucrada en la gratificación. Por ejemplo, en estudios con animales, la gratificación aumenta la actividad en el núcleo accumbens.

Los investigadores han descubierto que cuando está ocurriendo un evento gratificante, las neuronas del AVT aumentan considerablemente la cantidad de dopamina que liberan en el núcleo accumbens. Dentro del proceso normal de comunicación, una neurona libera dopamina dentro de la sinapsis (el pequeño espacio entre dos neuronas). Allí, la dopamina se liga con proteínas específicas (llamadas receptores de dopamina) en la neurona adyacente así enviando una señal a la misma. Las drogas de abuso pueden interferir con este proceso normal de comunicación. Por ejemplo, los científicos han descubierto que la cocaína bloquea la eliminación de la dopamina de la sinapsis lo que resulta en una acumulación de la misma. Esta acumulación de dopamina causa una estimulación continua de las neuronas receptoras, lo que se asocia con la euforia que comúnmente reportan los usuarios de cocaína.

El abuso continuo de la cocaína a menudo crea la tolerancia. Esto significa que el cerebro necesitará una dosis cada vez mayor y más frecuente de la droga para obtener el mismo nivel de placer experimentado durante el uso inicial. De acuerdo con estudios recientes, durante períodos de abstinencia del uso de cocaína, el recuerdo de la euforia asociado con su uso o solamente una referencia a la droga, puede disparar un deseo incontrolable de usarla y puede provocar una reincidencia aún después de largos períodos de abstinencia.