Los medioambientalistas quieren que las parejas tengan pocos hijos incluso en países poco poblados con índices de natalidad ya bajos. ¿Cuál podría ser su propósito?
Steven W. Mosher
Presidente
Poco tiempo atrás un grupo “verde ” radical en Nueva Zelanda patrocinado por el Consejo de la Ciudad de Wellington consiguió un poco de atención por proponer un límite voluntario de dos hijos para las familias neo zelandesas. La Red Sostenible de Wellington, rama medioambientalista del Wellington Community Network del Consejo de la Ciudad, dice “Cuanto más baja es la población, más fácil es vivir sosteniblemente. Considere limitar su familia a dos hijos.”
Luego de haber pasado varias horas viendo documentales de la realización del “Señor de los Anillos” pude verificar que el productor no tuvo que mover gente o desaparecer visualmente algunas edificaciones para crear esos espacios vacíos. Están realmente vacíos de por si.
Wellington es la capital de Nueva Zelanda, un país poco habitado con un índice de natalidad por debajo del nivel de reemplazo. Cualquiera que haya visto la película “El Señor de los Anillos”, filmada mayormente en Nueva Zelanda, puede darse cuenta de los vastos espacios deshabitados presentados en el film. Luego de haber pasado varias horas viendo documentales de la realización de la película pude verificar que el productor no tuvo que mover gente o desaparecer visualmente algunas edificaciones para crear esos espacios vacíos. Están realmente vacíos de por si, milla tras milla tras milla. De hecho, Naciones Unidas dice que Nueva Zelanda tiene una densidad poblacional de 15 personas por kilómetro cuadrado, lo cual es extremadamente bajo.
Antes del 2050 se espera que alcance un máximo de 18, y la mayor parte de ese aumento se dará en las ciudades más que en los paisajes vacíos presentados por Peter Jackson. La densidad poblacional mundial es de 48, la de Estados Unidos es de 31, la de UK’s es de 246 y la de Austria es de 98. Incluso la densidad poblacional de Arabia Saudita, con su vasto y vacío desierto interior, es casi tan alta como la de Nueva Zelanda, que es de 11. En noviembre del año pasado conduje por toda Irlanda y vi que está llena de espacios deshabitados, sin embargo su densidad poblacional es de 59.
Los vecinos de Nueva Zelanda lo superan. Australia tiene una densidad poblacional de 3 y Rusia de 8. Nueva Zelanda aún no es el país más despoblado de todo el mundo, pero está muy cerca de serlo. Y mucha de la población neozelandesa está aglomerada en pocas ciudades como en Wellington y Auckland. Como se ha mostrado famosamente, el país tiene más ovejas que gente. Créalo o no, Nueva Zelanda tiene una cantidad diez veces mayor de ovejas que de gente. Quizás los “verdes” necesitan implementar un límite de nacimientos de ovejas antes de que la cantidad de ellas se salga de control.
Mucha de la población neozelandesa está aglomerada en pocas ciudades como en Wellington y Auckland. Como se ha mostrado famosamente, el país tiene más ovejas que gente. Créalo o no, Nueva Zelanda tiene una cantidad diez veces mayor de ovejas que de gente.
Un tercio de los cuatro millones de kiwis humanos vive en Auckland, la ciudad más grande del país que aún puede jactarse en su web site “imagine un ambiente urbano donde todo vive a menos de media hora de recorrido de hermosas playas, de caminatas en montañas y de una docena de encantadoras islas vacacionales”.
El índice de natalidad de Nueva Zelanda es algo que difícilmente debería ser causa de alarma para los “verdes”. Según Naciones Unidas este índice es un poco menor de 2.0 y va disminuyendo. Sin embargo, el índice de natalidad de Nueva Zelanda de 1.95 podría ser el más alto del mundo occidental sin contar a los Estados Unidos (2.0), que incluso aún está debajo del nivel mínimo del reemplazo (2.1). Quizás ésto es lo que tiene molestos a los kiwis verdes: sus socios no están llevando al suicidio demográfico a Nueva Zelanda tan rápido como otros países similares.
Heather Roy, un miembro del Parlamento de Nueva Zelanda, en respuesta a las demandas de los “verdes” preguntó haciendo referencia a sus propios niños: “¿Cuáles serían los tres de nuestros cinco hijos a los que debemos devolver al pasado?".
Dado que la gente religiosa tradicional es la única en el mundo que aún en promedio tienen suficientes niños para reemplazarse a ellos mismos, quizás los “verdes” de Nueva Zelanda quieran eliminar a largo plazo su oposición cultural para dar paso a aquellos con familias grandes que son la fuente proveedora para el futuro de la raza humana. Es bien conocido actualmente que la gente secular tiende a tener menos hijos, incluso sin haber visto nunca estadísticas específicamente de Nueva Zelanda.
Pero los ecologistas tales como la Red Sostenible de Wellington no ocultan su hostilidad hacia vida humana. Es interesante que sean tan fanáticos que deseen disminuir el índice de natalidad en un país tan rico, estable, y escasamente poblado con un índice de natalidad que ya es suicida. Mike Ennis de la Red Sostenible de Wellington dijo a la prensa de Christchurch que el número de niños en países desarrollados “crea una dramática diferencia en cuanto al consumo per cápita de recursos respecto al consumo de los países subdesarrollados.... Por ello reducir el tamaño de las familias en países del primer mundo, como Nueva Zelanda, es más necesario que hacerlo en países pobres.”
¿Es que acaso los beneficios de la civilización occidental no valen el uso de los recursos usados? Quizás Ennis avizora para el futuro un Reino Verde lleno de eunucos imposibilitados de reproducirse:
¡Oh ingeniosos neo zelandeses! Los llamo a que retornen a la tierra salvaje. Déjennos adoptar las costumbres de nuestros hermanos Maori quienes poblaron estas islas antes que los hombres blancos llegaran aquí. Déjennos conformarnos a sus primitivas y curiosas costumbres (de un ignorante), a las enfermedades que llegan espontánea y naturalmente. Un estilo de vida sin libros y sin aparatos electrónicos pero también sin emisiones de dióxido de sulfuro o tala de árboles. Déjennos incluso adoptar sus banquetes caníbales, un estilo de vida alternativo que reduciría los rastros humanos incluso más mientras salvamos a las inocentes vacas del cuchillo del carnicero. Preservaremos los árboles (personas vegetales) y muchos minerales de Gaia (personas minerales) para la explotación. Pero no adoptaremos ninguna antigua supertición barbárica de la gente indígena que diga que los niños son una bendición.”
Me acabo de dar cuenta de algo, no se si usted, estimado lector, también se ha dado cuenta. Los “verdes” quieren dos hijos por familia y el actual índice de natalidad en Nueva Zelanda es de 1.95. Seguramente ellos, siendo tan “racionales” como son ¿estarían enterados de las estadísticas antes de que hicieran su propuesta?. Quizás si, y lo que realmente quieren es incrementar el número de niños kiwi. Si esto es así disculpen, desechen todo lo antes dicho.
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