La experiencia de Benedicto XVI niño cuando los nazis quisieron imponer el neo-paganismo de la raza puede sernos de gran ayuda para comprender qué está pasando con la neo-educación obligatoria del espíritu nacional socialista. Una emulación de las prácticas de viejos y obsoletos sistemas autoritarios.
Imposición totalitaria
En su libro autobiográfico "Mi vida", el Papa Benedicto XVI describe de qué manera se fue imponiendo el nazismo en el sistema educativo, en el pueblo y, en definitiva, en toda Alemania. Siendo niño, observó que "había un profesor joven que estaba entusiasmado con las nuevas ideas. Intentó abrir una brecha en la estable unión de la vida de la aldea, toda ella impregnada por los tiempos litúrgicos de la Iglesia. Con gran pompa hizo que se levantara un "árbol de mayo" y compuso una especie de plegaria como símbolo de la fuerza vital que constantemente se renueva. Aquel árbol debía representar el inicio de la restauración de la religión germánica (antiguo paganismo), contribuyendo a reprimir el cristianismo y a denunciarlo como elemento de alineación de la gran cultura germánica. Con la misma intención, organizó además las fiestas del solsticio de verano, siempre como retorno a la santa naturaleza y a los orígenes propios y en polémica con las ideas de pecado y redención que, como sabíamos, habían sido introducidas e impuestas por las creencias extranjeras de judíos y romanos."
Ante la imposición de la nueva ley de educación, y, con ella, de la asignatura "Educación para la ciudadanía" y la progresiva anulación de la religión, tengo la sensación de que las palabras de Benedicto XVI podría parafrasearlas aludiendo a la actual situación de España, en donde, también sibilinamente, se va introduciendo un régimen totalitario. ¿O no?
Jesús D Mez Madrid
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