Eutanasia: desesperación. Vida:   esperanza. Qué hacemos mal?
   
El consuelo de la esperanza ante la amargura del fracaso
 El consuelo de la esperanza ante la amargura del fracaso
   Es importante que el enfermo    no llegue a la muerte con la amargura del fracaso, sino con el consuelo   de la esperanza. Con esta idea, el cardenal Amigo denuncia que al enfermo "se   le considera como una carga inútil y molesta" y que "el valor de la persona   depende exclusivamente de la utilidad que puede ofrecer a la sociedad en   términos poco menos que económicos". 
    Es necesario que no olvidemos que el   enfermo es también una persona, "un bien para la sociedad, independientemente   de cualquier circunstancia de limitación que se pueda padecer". Para el   arzobispo de Sevilla, la Iglesia no sólo pretende defender los derechos de los   enfermos a que se haga todo lo posible para su curación y para la defensa de   su vida, sino que busca el reconocimiento, el valor y la dignidad de la   persona en cualquier etapa de su existencia.  
     Enric Barrull Casals    
 
