Bush veta que los fondos púbicos de Estados Unidos financien los abortos.
Population Research Institute.
Durante sus primeros seis años en el gobierno, el Presidente Bush ocasionalmente amenazó con vetar alguna ley propuesta por el Congreso. Pero ahora, haciendo frente a un Congreso cuyos líderes son hostiles a la vida, Bush ha marcado claramente los límites. A quienes deseen que los fondos de U.S se usen para financiar abortos, o a quienes hagan lobby a favor de la legalización del aborto en el extranjero y para imponer programas de control de población sobre las mujeres pobres, el Presidente Bush les dice, "No pasarán". Su amenaza de veto virtualmente garantiza que estos requerimientos, que han sido desde siempre la ley natural, continúen protegiendo a las mujeres y a las familias.
Steven W. Mosher
Presidente
Bush se compromete a evitar que derogen las leyes que defienden la vida.
Desde que la elecciones pasadas de noviembre pusieron el tema del aborto en el tapete, los líderes pro-vida en el Congreso de Estados Unidos se han estado procurando proteger la continuidad de algunas victorias a favor de la vida logradas hasta ahora. En marzo, el congresista Christopher Smith (Republicano por New Jersey), presidente del Caucus pro-vida(1) en la Cámara de Representantes, y el congresista Joe Pitts (Republicano por Pennsylvania), que dirigió al equipo de "Acción con Valores" de su Cámara congresal, enviaron una carta con frases muy duras al presidente Bush. Esta carta solicita que Bush vete cualquier proyecto de ley que no proteja la vida:
"Querido Sr. Presidente:
Como usted sabe, existe una larga tradición de lenguaje inclusivo en los proyectos de ley convenientes para evitar que el dinero de los contribuyentes sea usado para financiar cosas ofensivas a los estadounidenses que están a favor de la vida. Estas disposiciones incluyen el evitar que fondos de los contribuyentes vayan al aborto y establece restricciones a fondos para quienes abogan por el aborto. Además explícita la protección de la objeción de conciencia y la protección al embrión así como disposiciones contra la planificación familiar forzada.
Creemos que esta tradición debe continuar y le solicitamos comprometer públicamente el veto a cualquier proyecto de ley conveniente que debilite la protección a los contribuyentes en esta observación. Votaremos porque se mantenga cualquier veto.
El lenguaje de la carta es deliberadamente extenso, porque está dirigida a proteger todas las enmiendas pro-vida. Entre las más importantes están:
la Política de Ciudad de México, que prohíbe el financiamiento dado a organizaciones que promuevan o realicen abortos,
la enmienda Kemp-Kasten, que prohíbe el financiamiento dirigido a programas de aborto y esterilizaciones forzadas, y
la enmienda Thiart, que ayuda a asegurar que los programas de planificación familiar sean voluntarios.
Pero hay muchas más. Como comentó un asesor de un congresista, "Ciertamente existe un esfuerzo para proteger la Política de Ciudad de México y la enmienda Thiart entre otras, (pero) el pedido de los suscritos en esta carta es que el Presidente proteja el conjunto de las dieciocho disposiciones al respecto. La carta solicita al Presidente que se comprometa públicamente a protegerlas y evitar que eliminen su aplicación en los proyectos de ley vistos por el Comité de Presupuesto del Congreso."
La carta fue firmada por 166 miembros de la Casa de Representantes. El número es importante porque constituye más de un tercio de los miembros. Puesto que un veto presidencial sólo se puede eliminar por una mayoría de dos tercios, la acción de estos 166 pro-vidas asegura que el veto se mantendrá.
Sam Brownback, Senador por Kansas e incansable defensor de la causa pro-vida.
Los pro-vida en el Senado de los Estados Unidos liderados por el Senador Sam Brownback de Kansas, redactaron una carta similar. Esta carta colectó 34 firmas, o una más de las necesarias para sustentar un veto presidencial.
Este esfuerzo ya rindió sus frutos. El 3 de mayo, el Presidente envió una carta idéntica al locutor de la Casa, Nancy Pelosi (Demócrata por San Francisco), y al principal líder del Senado Harry Reid (Demócrata por Nevada) diciéndoles que desistan de eliminar las enmiendas pro-vida. "Vetaré cualquier legislación que debilite la actual política y leyes federales sobre el aborto", fue lo que les dijo firmemente. "O que anime la destrucción de la vida humana en cualquier estado de desarrollo".
El Congresista Chris Smith fue preciso en su elogio al Presidente. "El Presidente George Bush ha sido leal y valiente para defender de la violencia del aborto tanto a los niños no nacidos como a sus madres. Estoy orgulloso de que el número de miembros de este cuerpo hayan firmado una carta dirigida al Presidente para confirmar un veto presidencial pues muestra un compromiso por sostener el veto ya que actualmente cualquier iniciativa pro-vida viene siendo debilitada o neutralizada."
Estamos contentos de que el Presidente Bush haya estado a la altura de las circunstancias. Pero gran parte del crédito le corresponde a los líderes pro-vida Chris Smith, Joe Pitts y Sam Brownback, quienes redactaron y circularon las cartas, y sobre todo fueron quienes presionaron a la Casa Blanca para conseguir del Presidente un sólido compromiso.
Esperemos que los nuevos líderes del Congreso se abstengan de leyes improductivas que desafíen a las leyes pro-vida, ya que ahora saben que pueden estar seguros que perderán.
(1) Caucus es un grupo de congresistas y senadores del Congreso de EE.UU agrupados por un interés particular.
Colin Mason es el Director de Comunicaciones del PRI