Antonio Gala tronó
Hace muchos años que conozco a Antonio Gala. Estábamos en el Campamento de Milicias Universitarias de Montejaque (Málaga) en 1952 cuando una tarde me lo presentó mi amigo Manolo Lobato, que era compañero suyo de tienda. Ya no he vuelto a hablar desde entonces con Antonio Gala, pero he seguido su trayectoria literaria con gran interés, tengo muchos libros suyos, me gusta su facilidad narrativa y siento gran admiración por él por su creatividad artística literaria.
Para ir a Montejaque Antonio Gala, como todos los demás, tuvo que presentar un certificado de adhesión al Régimen, y aprobar el espíritu militar y las asignaturas propias del ejército. Después, con los años ha cambiado de opinión en sus ideas políticas, lo cual yo respeto, así como también ha cambiado en sus convicciones religiosas, pues llegó a ingresar -según me dijo nuestro común amigo- en un monasterio de cartujos. Respeto su tendencia homosexual, aunque lo que no me pareció bien es su tendencia o sus aficiones pederastas de alguna época suya. Me dijo mi amigo Manolo que había saludado varias veces a Gala y siempre iba acompañado de un jovencito. Yo le contesté que eso no significaba de fuera pederasta. La gente es muy mal pensada.
Ahora bien, es totalmente incomprensible el odio exorbitado que tiene Antonio Gala a la Iglesia y a todo lo que tiene por adjetivo "Católico", como a nuestra extraordinaria reina Isabel Primera de Castilla, por el hecho de que la denominaran Isabel la Católica, y se atreve a acusar a la Reina, hasta el punto de aceptar el testimonio de Antonio Pérez, secretario de Felipe II, hombre deshonesto y resentido que huyó y calumnió a la bisabuela de su Rey; pero eso no es nada comparado con la rabia que manifiesta a la Iglesia Católica, supongo que por decir que a la unión de dos homosexuales no se le puede llamar matrimonio. En el artículo firmado por Antonio Gala en el diario EL MUNDO del domingo día 11 de Marzo en "LA TRONERA" escribe: "Ya está bien de unos jerarcas que callan ante los holocaustos, que no benefician la paz, que son colaboracionistas de conveniencia, y encima quieren tocar el cielo con las manos. Son precisamente ellos los que en los 30 y ahora, desean echar a pelear a unos con otros. (Contra eso, la Educación para la ciudadanía, a la que se oponen) "Divide et vincas", ¿no? Pues ahora, a pesar de tantas víctimas y tanto PP, no va a salirles el juego. Ni con el brazo en alto. Su Dios está harto de ellos."
Estas afirmaciones ya las hemos oído antes por los seguidores de Hitler y de Estalin, cuando decían: "Quien no piensa como yo, no tiene derecho a la vida" o la de "Suprimamos la enseñanza de la ética y la moral que se oponen a que nos quedemos con el dinero del ciudadano y a que eliminemos a quien nos estorba" A pesar de ser de letras, se ve que su fuerte no es el latín, por eso de "vincas", ni la filosofía ni la ética.
Puede haber libertad de expresión, pero todo tiene un límite. No se puede blasfemar, insultar, o mentir, y atacar los principios religiosos de nadie, como se ha hecho en Extremadura o como hace Antonio Gala.
Miguel Vargas Muñoz