Aragón Liberal 28.11.2007. La manipulación del vocabulario
Por: María del Carmen Antoja
Estamos de nuevo ante una táctica que vienen usando los socialistas y sus compañeros de viaje, darle a las palabras un sentido opuesto al que tienen.
Por televisión han dicho que los farmcéuticos no pueden ejercer la objeción de conciencia para dispensar píldoras abortivas. Dicen que los ciudadanos tienen derecho a encontrar los medicamentos en las farmacias. Por lo tanto llaman "medicamento" a una cosa que es todo lo contrario a una medicina, el medicamento sirve para curar no para matar. La píldora abortiva no es una medicina es un arma letal. Hay que decir las cosas cómo son y no tratar de engañar a la gente. Estas sutilezas lingüísticas son las que van minando las conciencias de las personas y poco a poco nos acostumbramos a llamar "aborto" al crimen de los no nacidos y "eutanasia" al asesinato de los enfermos y ancianos. Ahora pretenden que también encontremos normal llamar "medicamento" al veneno. Los farmacéuticos tienen todo el derecho a ejercer la objeción de conciencia, si se les priva de éste derecho estaremos en el más totalitario de los Estados, por favor, ¡que no hablen más de democracia!. Carmen Antoja.