miércoles, 28 de noviembre de 2007

Desde mi trinchera liberal: Carlos Morin, a la cárcel, asesino.

 28.11.2007.

Desde mi trinchera liberal: Carlos Morin, a la cárcel, asesino.


Por: Fernando Ínigo

El director de las clínicas abortistas Ginemedex-TCB, Carlos Morín, y otros cinco responsables, han sido detenidos por practicar abortos ilegales. La denuncia fue presentada, hace un año, por la plataforma católica e-cristians,y se basaba en las informaciones recogidas en un reportaje de la televisión danesa.


El director de las clínicas abortistas Ginemedex-TCB, Carlos Morín, y otros cinco responsables, han sido detenidos por practicar abortos ilegales. La denuncia fue presentada, hace un año, por la plataforma católica e-cristians,y se basaba en las informaciones recogidas en un reportaje de la televisión danesa, que denunció que en Barcelona se practicaban abortos a mujeres embarazadas de más de siete meses.

Según se desprende de las investigaciones judiciales, Carlos Morín ha falsificado informes médicos de forma reiterada para encubrir abortos radicalmente fuera de los supuestos legales. La investigación tambien apunta a que en las clínicas se han encontrado tritutadoras, con las que, presumiblemente, se intentaba borrar el rastro de los bebes. Aquello no era una clínica. Era un jodido matadero.

En esta barra libre del aborto, todo era cuestión de precio. Para Carlos Morín y sus sicarios, la vida de un bebé se valoraba entre 3.000 y 6.000 euros. Es el precio de la vida humana. Qué barato sale el kilo de bebé en este país de sonajeros rotos.


Que paguen por su matanza. Y, de paso, que se cubran de vergüenza el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Miguel Bruguera, y la Consellería de Sanidad de la Generalitat, que no tomaron ninguna medida contra este asesino de bata blanca y le permitieron seguir perpetrando sus atrocidades, a pesar de las denuncias. De momento, se le acabó la cacería. Espero que cunda el ejemplo, y dejemos atrás las macabras estadísticas que presentan a España como un coladero de abortos ilegales. En nuestro suelo, no.


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