Por: Redactor
Con la obligación del hijo único en China se ha pasado a la búsqueda del varón único. En la India la ecografía prenatal permite conocer y seleccionar el sexo, y se selecciona varón. Ante ese hecho en la India ha surgido un movimiento en defensa de la mujer pero es insuficiente.
En una población normal, nacen aproximadamente 105 niños por cada 100 niñas, proporción que después se equilibra por la mayor mortalidad masculina. Pero en Asia es distinto. En la India, nacen 112 niños por cada 100 niñas. La misma evolución hacia una sociedad más masculina se advierte en China. Allí nacen 117 niños por cada 100 niñas. El fenómeno, aunque menos acentuado, se observa también en otros países de la región, como Taiwán, Bangladesh, Pakistán, Afganistán, con poblaciones anormalmente masculinizadas. Corea del Sur, donde todavía nacen 107,4 niños por cada 100 niñas, es el primer país asiático donde la desproporción está declinando desde 2002. En cambio, un dato significativo: hay una auténtica paridad en el único país católico de la zona, Filipinas, donde el aborto no está legalizado. Las razones de esta auténtica selección son diversas: En China la criminal planificación familiar del "hijo único" se ha convertido en la del "varón único" que pueda sostener a los padres en la vejez. En la India se añade además el problema de la obligación de la dote. Se ha prohibido en la India el diagnóstico prenatal, pero la ecografía es suficiente. Y el negocio del aborto no busca tampoco el equilibrio entre sexos. Hay ya en la India un déficit de más de 35 millones de mujeres. Además la tasa de natalidad es de 1,6 en China, lo que convertirá ese País Continente en un país de viejos. En la India una tasa de 2,9 debería corregirse por el menor porcentaje de mujeres. El remedio es distinto en cada país. Mientras en China el problema es una ley contra los derechos humanos difícilmente parcheable... en la India se está haciendo una batalla para la adopción de esas niñas y para evitar ese aborto incluso incidiendo en la cultura de la dote.