Amillia Sonja Taylor otra superviviente.
Por: Federico Rodríguez
Esta noticia refuerza la decisión de cuatro clínicas romanas para pedir que se pongan los medios para que sobrevivan los niños que nazcan vivos en un aborto provocado.
Nos envía esta noticia nuestra colaboradora Josefa Romo: Niña de 22 semanas en Italia sobrevive a un aborto y es dada en adopción. La niña se ríe, se chupa el dedo, es la alegría de sus padres adoptivos. Viene en la Gaceta de los Negocios. Los padres, al nacer la niña viva... decidieron darla a adopción. El motivo: diagnóstico prenatal: "nacería ciega". No veían los padres con los ojos interiores que esa niña podría ver, por los del alma, en sus padres un dechado de amor. ¡Cuanto cariño derrochado! En este caso el efecto no ha sido irreversible. Dice La Gaceta: Siete meses después de nacer, fue acogida por un matrimonio en una de las 200 casas-familia que promueve la Asociación Comunidad Juan XXIII. Según el testimonio de su madre adoptiva, "la niña es espléndida, llena de vida y cambia el corazón de cualquiera que la conozca". Aparte de la ceguera y de pesar sólo 562 gramos, la niña tuvo que ser sometida a una operación de corazón con sólo 10 días de vida, sufrió una hemorragia cerebral, varias infecciones, problemas respiratorios y de alimentación. Las dificultades fomentan el afecto, enrecian el carácter. Los adoptantes ganaron, la niña ganó... y los padres de la niña no lo perdieron todo. Ahora, su niña, aunque en otro hogar... tiene un hogar. ¿Qué razón tiene la sociedad para decir a la niña que no naciese? frid