domingo, 28 de enero de 2007

Cuatro médicos, imputados por aborto ilegal


Cuatro médicos, imputados por aborto ilegal


Cuatro ginecólogos del hospital Punta Europa de Algeciras han sido imputados por un presunto aborto ilegal. El aborto se realizó al amparo del supuesto no punible de malformaciones en el feto. El plazo legal para llevar a cabo el aborto en este caso es de 22 semanas. Sin embargo, el feto tenía 24 semanas y cinco días. Además, no tenía ninguno de los problemas físicos que se le suponían, según el informe de anatomía patológica.


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El feto, de 24 semanas, no tenía malformaciones, contra lo que los doctores dijeron a la madre.

La niña pegaba saltos en el útero cada vez que la pinchaban. Y fueron entre siete o nueve veces, con una aguja metálica de fino calibre. Así lo describe en su denuncia María Dolores O.R., la madre de la criatura abortada. Después de atravesar el cuerpo y el corazón del feto con la intención de inyectarle la dosis letal de cloruro potásico, tuvieron que desistir, y utilizar cytotec y goteo occitócico para terminar el trabajo. La enfermera que debía apretar el émbolo rehusó y tuvo que ser uno de los ginecólogos quien lo hiciera.

Cuatro ginecólogos del hospital Punta Europa de Algeciras, del Sistema Andaluz de Salud (SAS), han sido imputados en relación con este aborto por el juzgado número 4 de la ciudad gaditana, donde tendrán que acudir a declarar el próximo jueves 8 de febrero.

Fuera del plazo legal
Los imputados son el doctor Evaristo Domínguez, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del hospital; el doctor Sánchez Sánchez, que realizó las punciones; el doctor Rodríguez Eiriz, que fue el primero en diagnosticar malformaciones cuando la madre llegó a urgencias, y el doctor Rodríguez Martín, que diagnosticó "hidrocefalia, ascitis, oligoamnios y agenesia renal".

El presunto delito se realizó al amparo del supuesto no punible de malformaciones en el feto. El plazo legal para llevar a cabo el aborto en este caso es de 22 semanas. Sin embargo, el feto tenía 24 semanas y cinco días. Además, no tenía ninguno de los problemas físicos que se le suponían, según el informe de anatomía patológica. Pesaba 900 gramos.

Este caso ha venido precedido por un cúmulo de desencuentros en el seno del equipo médico del hospital. Todo empieza en febrero de 2005, cuando Francisco Martos, gerente del área sanitaria de Campo de Gibraltar, nombra a Evaristo Domínguez como jefe clínico de servicio de Ginecología y Obstetricia. El nombramiento fue declarado ilegal por el juzgado de Primera Instancia de Algeciras, cuyo fallo está recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

Aborto por sesiones
Hace sólo unos meses, entre julio y agosto, mientras estaba de vacaciones Julián Mota, el legítimo jefe clínico del servicio, se llevó a cabo el aborto. Antes, se había realizado una amniocentesis, prueba que no se practica de rutina y tiene sus contraindicaciones, pues conlleva la muerte del 1% de los fetos.

El aborto se llevó a cabo presuntamente sin esperar al cariotipo, el examen que identifica anomalías cromosómicas, fundamentalmente síndrome de Down. A ello se suma que fue provocado fuera del plazo legal.

El proceso no tuvo lugar en una sola sesión, sino que tras el intento fallido con cloruro potásico, María Dolores fue ingresada. Para provocar el fallecimiento y la expulsión del feto se le aplicó en la vagina cytotec, medicamento no indicado puesto que entraña riesgos para la salud de la madre. Días después de la primera intervención, se le pone un goteo de suero occitócico que provoca finalmente la expulsión del cuerpo muerto de la niña.

El informe de anatomía patológica determinó finalmente que la niña fallecida estaba en perfecto estado de salud, a pesar de que el informe que Evaristo Domínguez firmó a primeros de agosto justificaba su actuación en unos datos que no hubiera podido conocer hasta días después.

A su regreso, y tras detectar la irregularidad, Julián Mota eleva un documento a gerencia en el que señala sus dudas de que "se haya actuado al margen de la legislación vigente". Como respuesta, Mota es suspendido temporalmente de sus funciones sin explicaciones claras por parte de la gerencia. Continúa en esa situación aunque, según fuentes sindicales del hospital Punta Europa, un contencioso administrativo está a punto de sentenciar a su favor.

La madre, otra víctima
Cuando María Dolores recibió los resultados de la autopsia, decidió presentar su denuncia. Con 28 años y una hija de cuatro años, se encuentra psicológicamente afectada tras lo sucedido.

Desde que Evaristo Domínguez fue nombrado jefe clínico del servicio, existe malestar entre buena parte de los médicos y miedo a denunciar por las represalias, ya que cuenta con mucho poder, según las mismas fuentes. Pero las denuncias por presunta mala praxis a gerencia han sido constantes.

Entre los profesionales sanitarios de la zona, Evaristo Domínguez cuenta con fama de ginecólogo dedicado al aborto, y es conocido entre sus compañeros como "el cirujano por arrancamiento". Mientras, algunas mujeres algecireñas deciden dar a luz en Marbella. Por si acaso. (La Gaceta de los Negocios)

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