lunes, 3 de marzo de 2008

El principio de la autonomía personal ampara la vida.

 2.3.2008.

 


Por: Federico Rodríguez

Un artículo de Juan Manuel de Prada nos puede permitir encontrar razones que apoyen juridicamente tanto la prohibición de la eutanasia como la del aborto. Permitir el ejercicio de la libertad e impedir que alguien se cercene de modo absoluto la capacidad de ser libre.

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Hay un artículo de Juan Manuel de Prada que cita a Kant, que afirma la autonomía de la persona. Eso podría llevar a un liberalismo absoluto que derivaría en "permitir la eutanasia"... pero acto seguido Kanta afirma que el "hombre no tiene derecho para ello"... y cita el ejemplo de la autonomía y la imposibilidad de que uno se venda como esclavo. La libertad no puede o no debe ir contra sí misma.

Y la libertad asumiendo la eutanasia... implica sencillamente "dejar de ser libre" por un acto de "voluntaria libertad" y es "para él" una contradicción.

Dice Juan Manuel de Prada: Para Kant, la voluntad de un ser racional debe considerarse como legisladora; hasta aquí, parece que otorga su plácet a la eutanasia. Pero a continuación establece que el hombre no es libre para decidir sobre su propia vida, porque no se puede utilizar un principio como fundamento de la destrucción del mismo. Así, por ejemplo, un hombre no puede utilizar su libertad decisoria para abdicar de ella y convertirse voluntariamente en esclavo; pues, al hacerlo, dejaría de ser libre y, por consiguiente, no podría hacer uso del fundamento capital por el que disponía de su persona. Del mismo modo, la autonomía personal no justifica que renunciemos voluntariamente a la vida, pues tal elección implica la destrucción de nuestra autonomía.

Otra cuestión distinta es la relativa libertad de los hombres. Es ciertamente una actitud soberana del ser humano... obro porque me da la gana, acato las leyes porque quiero, acepto un compromiso de amor en libertad... pero todo acto humano tiene unas repercusiones jurídicas, ata y se deben asumir sus consecuencias. No es esclavitud, es madurez humana. Es un "compartir espacios de libertades", no "expoliar esas libertades".

Con otros llego más lejos. Ato mi vida a mi mujer... pero me abro al don de la vida a mis hijos. Ato mi vida a la empresa que fundo con otros pero me abro para la fabricación de unos bienes que pueden ser útiles a otros. Ato mi vida a Dios pero me abro en una entrega generosa, por Dios, a los demás hombres. Esas ataduras no impiden el ejercicio posterior de la libertad y "además" abren nuevos horizontes a la libertad.

Un buen símil: el niño crece, no tendrá la elasticidad del "cachorro" pero llegará al tarro de la mermelada. La libertad se modifica en la capacidad de acción pero no deja de ser una capacidad en ejercicio.

Con la esclavitud, la eutanasia y el aborto se rompe esa cadena.

El esclavo no tiene voluntad propia... otro decide por él.

El que se mata pierde en absoluto toda su capacidad de decidir.

El que es asesinado antes de nacer no pudo nunca decidir.

Por eso, si bien no estoy de acuerdo plenamente con la filosofía kantiana, en este caso creo que su absoluto de "libertad" es similar al constitutivo natural del hombre como ser libre y responsable.

Y desde esa propiedad del ser humano, su renuncia o la violencia contra la libertad no debe permitirse en un Estado de Derecho.

Otra cuestión, como afirma Prada, es el suicida... una vez que ha intentado quitarse la vida, lo haya o no logrado... no se ve por qué haya que añadir más pena a su desgracia.

 

frid