domingo, 29 de abril de 2007

UN NEGOCIO MUY PARTICULAR



Aragón Liberal.Vitae.29/04/07.- Por lo que parece no haber duda es de que la fuente está en “ellas”, en las mujeres jóvenes donantes de óvulos, PERO INSISTO, ¿a que precio?.
Negociar con el cuerpo siempre ha sido un negocio rentable.

Ha sido noticia reciente como emplean las distintas parejas, usuarias de la fecundación “in Vitro”, los embriones sobrantes de tales prácticas fecundatorias. Hasta un 44% congela los susodichos embriones pensando en la posibilidad de optar a ellos para tener futuros hijos; asimismo, un 49% de ellas decide donarlos a la investigación, o lo que es lo mismo, “destrucción vía experimentación”. De todo ello da cuenta la revista Cell Stern Cell. Por el contrario, en EEUU, a tal destino investigador sólo llega el 3% de los embriones congelados, a pesar de que tanto en España como en USA se establecen las mismas opciones legislativas sobre el futuro de dichos embriones. La investigación con tales embriones debe satisfacer mucho a los investigadores, los cuales, sobre todo en EEUU, manifiestan honda preocupación por tan baja tasa de donación. Parece ser que con tales cifras (en concreto el 2,8 % de los 400.000embriones congelados en aquel país) únicamente se podrían obtener 275 nuevas líneas celulares embrionarias, como mucho. Algo que, como digo, no satisface el interés de la industria biotecnológica, la cual, necesita de millones de estos embriones para alcanzar sus objetivos experimentales y de investigación. Es por ello que en EEUU, tal industria biotecnológica ha fijado su “mirada” en las mujeres jóvenes con la intención de conseguir algunos de sus óvulos - ¿a que precio? - para optar a la obtención de embriones “prefabricados” mediante la transferencia nuclear de ovocitos, es decir, la clonación. Faltaría preguntarse cuantos óvulos se necesitan para obtener una sola línea celular, ya que el único antecedente conocido, el coreano, nos habla de hasta 2221 óvulos para obtener la primera línea de células madre procedente de un embrión humano. Por lo que parece no haber duda es de que la fuente está en “ellas”, en las mujeres jóvenes donantes de óvulos, PERO INSISTO, ¿a que precio?. Cabría ahora analizar cuales son las consecuencias que debe soportar un organismo sometido a las técnicas de extracción de óvulos para su uso investigador. No son pocas, parece ser, las consecuencias que hay documentadas: distres respiratorio, fallo renal, torsión ovárica, Síndrome de hiperestimulación ovárica que a su vez puede causar: esterilidad, trombosis, ictus y hasta la muerte. Hasta 4000 dólares se admite que se paga a una mujer por sus óvulos, algo que está convirtiendo en un verdadero negocio para algunos, en algunas Universidades americanas. Así titulaba el USA Today hace no más de un año: “El negocio de la donación de óvulos triunfa en los Campus” Negociar con el cuerpo siempre ha sido un negocio rentable.

30 de abril de 2007 Alvaro Vázquez Prat Médicos por la Vida – Aragón -

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