jueves, 25 de febrero de 2010

Los grupos Pro Vida ante la nueva ley del aborto española

25.2.2010.

 


Condenados a morir

En Aragón Liberal

Los grupos pro vida manifiestan su malestar ante la nueva ley del aborto que condena a los inocentes a base de mentiras y prepotencias y despoja de todo valor y derechos a los niños no nacidos. Se amplían los derechos para asesinar personas humanas.

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Tras la votación de la Ley del aborto

                                                                                                                                    25.febrero.2010

               Tras la votación de la nueva ley del aborto, queremos manifestar nuestro dolor por los no nacidos, que quedan por ley despojados de todo su valor y sus derechos, por las mujeres embarazadas en dificultades, y especialmente por quienes han puesto el pulgar hacia abajo, entre tantas mentiras y prepotencia.

                Agradecemos su trabajo a los senadores y diputados que han defendido la vida de todos y se han implicado de corazón en defender a los más inocentes y débiles. Ellos nos reconfortan y nos hacen no perder la confianza totalmente en el poder de servicio al bien común que debe tener la política.

                    A  los que se regocijan porque ha salido  adelante esta inicua ley, les transmitimos nuestro más sincero pésame porque su conciencia y la historia les pasarán factura. No nos gustaría estar en su piel en estos momentos. Sólo la maldad o una culpabilísima ignorancia pueden justificar tan sibilinamente una ley que de principio a fin impone la cultura de la muerte como norma suprema. Sus mandatos pasarán pero nadie podrá recuperar las vidas que por su decisión van a eliminarse de la forma más cruel e inhumana. A quienes disfrazan de libertad el asesinato de inocentes y  dan la espalda a los problemas de las mujeres  les deseamos que a lo largo de su vida puedan arrepentirse y reparar en algo el sufrimiento que va a arrastrar el cuerpo y el alma de tantos seres humanos. Nos produce una inmensa pena y una profunda indignación la mentira, el encubrimiento de quienes se enriquecen con sangre inocente y los favores políticos a cambio de un voto de muerte.

                 Pero este terrible día, lejos de desanimarnos, nos urge a actuar más fuerza, cariño y dedicación hacia los no nacidos y sus madres y hacia tantas personas que necesitan curarse de las heridas del aborto. Esta lucha no ha sido inútil y estamos seguros que muchos más se unirán a la defensa de la vida humana y su dignidad, porque hay mucha gente buena en nuestra querida y maltrecha España.
 
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