El próximo 7 de marzo se comenzará una marcha internacional en favor de la vida. Se le han unido 80 instituciones antiaborto de Europa, Hispanoamérica y Estados Unidos. Todas ellas exigen que se anulen las leyes que legitiman el aborto y que se tomen medidas que fomenten el derecho a vivir y a ser mamá, que se acate el derecho de los progenitores a dar a sus oriundos la adiestramiento sexual que ellos deseen según sus propias creencias y que se acate también el derecho a la objeción de conciencia de los trabajadores sanitarios.
En la alocución, que se pronunciará en mas de un centenar de metrópolis de todo el universo, pone de relieve que, es una evidencia científica, que desde el momento de la fecundación ya existe una nueva vida humana digna de ser respetada y salvaguardada. Por esta razón se puede aseverar que el aborto supone la muerte atropellada de un ser humano y un espantoso drama para la mujer que lo padece.
GABRIEL ROSELLÓ
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