lunes, 19 de marzo de 2007

Matar para investigar. Un despropósito medio ambiental.

Al investigar con las células madre embrionarias el embrión deja de desarrollarse y muere. ¿Cómo queréis llamarlo?

La Ley de Reproducción Asistida y el Proyecto de Ley de Investigación Biomédica promueven la investigación con células madre embrionarias, y lo hacen sobre la falsa promesa de su capacidad terapéutica, que hasta ahora es nula. Lo único cierto: matan seres humanos.

"Se pueden producir graves abusos"





Al investigar con las células madre embrionarias el embrión deja de desarrollarse y muere. Se dice que la realidad va siempre por delante de las leyes. Esto, en el campo de la biomedicina, ciertamente se cumple. Es bueno que se legisle para proteger y garantizar los bienes fundamentales de la vida, la salud y la integridad de las personas. No se puede dejar a los científicos que investiguen a sus anchas, pues llevaría a graves abusos. Por eso es necesaria una regulación y unas garantías legales.



Pero tanto la Ley de Reproducción Asistida, como el Proyecto de Ley de Investigación Biomédica promueven la investigación con células madre embrionarias, y lo hacen sobre la falsa promesa de su capacidad terapéutica, que hasta ahora es nula. Por eso, creo que con estas leyes se ha perdido una preciosa oportunidad, la de evitar matar embriones, segar vidas



La investigación con células estaminales embrionarias ha despertado un debate en la comunidad científica internacional sobre la licitud ética de matar embriones humanos con fines experimentales. Algunos científicos justifican matar los embriones alegando que servirá para curar enfermedades o simplemente niegan que los embriones concebidos sean seres humanos, cuando ni siquiera este hecho está probado y no existe justificación alguna para segar vidas.



Estas células estaminales están contenidas en los embriones humanos de sólo unos pocos días. A este tipo de células se les llama pluripotenciales porque pueden convertirse en prácticamente células de cualquier tejido y como consecuencia permiten al embrión desarrollarse y convertirse en un cuerpo totalmente formado, en un ser humano.



Cuando las células estaminales son extraídas del embrión, ya no puede seguir desarrollándose y muere. Sin embargo, se pueden utilizar las células estaminales de la placenta y del cordón umbilical sin atentar contra el embrión humano. En este caso, la ciencia aprovecha las células que son desechadas naturalmente por la madre en el momento del parto. Ni la placenta ni el cordón umbilical son vitales para el ser humano y pueden ser utilizados sin ningún problema ético y sin matar vidas.



Además, hay experimentos con células estaminales de la médula ósea que han logrado éxito. Éstas células son obtenidas de niños o personas adultas que no se ven afectados por perderlas.



J. D. M.