viernes, 12 de marzo de 2010

Bebé medicamento. Para nacer otros murieron, carta de Elena Vizcarro

12.3.2010.

 


En Aragón Liberal

     La noticia del nacimiento de un bebe para curar a su hermano de una grave enfermedad fue un feliz acontecimiento en muchos medios de comunicación.

     Para ello se utilizó el diagnóstico genético preimplantacional por el que los embriones obtenidos son examinados para seleccionar aquellos que no sean portadores del factor genético que puede dar lugar al desarrollo de la enfermedad. Los demás son destruidos o congelados con fines inciertos.

     Se puso énfasis en la alegría de poder curar al hermano enfermo y sin embargo se silenció el hecho dramático de la eliminación de los embriones enfermos y eventualmente de aquellos que, estando sanos, no eran compatibles genéticamente.

     El nacimiento de una persona humana ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida.

     Someter la vida humana a criterios de pura eficacia técnica, supone reducir la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad. Los hermanos a los que se les ha privado del derecho  a nacer han sido desechados por no ser útiles desde la perspectiva técnica. El hermano que finalmente ha nacido ha sido escogido por ser el más útil para una posible curación. Se ha conculcado de esta manera su derecho a ser amado como un fin en sí mismo.

     Hay que hacer lo posible por curar a los enfermos, pero sin eliminar nunca a nadie para ello. La compasión bien entendida comienza por respetar los derechos de todos, en particular, la vida de todos los hijos, sanos y enfermos.

Elena Vizcarro (Barbastro)

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