Por: María del Carmen Antoja
La vida y la famlia no son temas personales, no son posiciones políticas opinables, son realidades humanas imperecederas.
Ahora se habla mucho de la crisis del Partido Popular, cada día en las noticias nos enteramos de la dimisión de algun miembro del partido, de relevante importancia. La crisis del PP es una crisis de identidad, los dirigentes no representan el sentir ideológico de sus votantes. Hay que ser sinceros y preguntarse ¿quién vota al PP? Sin duda, la gente de derechas de toda la vida, la gente de órden, con una moral sólida, la mayoría de católicos practicantes, esos son los que acuden a las urnas con la papeleta del PP en la mano. No debemos engañarnos, si Mariano Rajoy pretende escorarse a la izquierda para conseguir mas votos, lo único que va a conseguir es disolver el Partido Popular. Desde que los socialistas se han radicalizado, atacando a la Iglesia y queriendo imponer su inmoralidad ciudadana, la gente de órden se ha fijado más en el aspecto moral de los partidos que en su vertiente económica, que, es lo que venía haciendo desde que empezó la democracia. Antes solo se hablaba de economía, y el PP tenía un buen programa económico, por esto ganó Aznar las elecciones, pero ahora las cosas han cambiado, estamos ante un ataque furibundo de la izquierda contra las leyes morales de la ciudadanía y entonces la derecha renace y quiere un partido que defienda la vida y la familia. El Sr. Rajoy se está equivocando, ¡y mucho!, no defender éstos valores innegociables le costará el cargo. La sociedad civil está cansada de aguantar medias tintas y vacilaciones, la gente de bién quiere un partido valiente que no se humille ante el adversario. Con la vida y la familia no se juega.
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