LA FAMILIA ES UN BIEN SOCIAL Y UN PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD QUE HAY QUE PROTEGER Y POTENCIAR SEGUN EL INTITUTO DE POLÍTICA FAMILIAR.
Por: Redacción
Ante la celebración del XV Día Internacional de la Familia, establecido por la ONU en 1993 y que se celebra en todo el mundo el día 15 de mayo. A pesar de que la familia es la institución que cumple con más eficacia sus funciones (88,5%), la más solidaria (80,4%), o la que más ayuda ante problemas de crisis económica (94,4%), el abandono de las administraciones ha hecho que los problemas de la familia se sigan agravando.
LA FAMILIA ES UN BIEN SOCIAL Y UN PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD QUE HAY QUE PROTEGER Y POTENCIAR (Madrid, 14 de Mayo). Una sociedad no puede evolucionar positivamente sin su célula principal: la familia, ha señalado Mariano Martínez-Aedo, Vicepresidente del Instituto de Política Familiar. En efecto, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, señala que la familia constituye la unidad básica de la sociedad y el medio natural para el desarrollo y bienestar de todos sus miembros. La ONU quiso recalcar este dato fundamental en el año 1993, cuando estableció el Día Internacional de la Familia, que se celebra en todo el mundo el día 15 de mayo. Igualmente los resultados de innumerables encuestas, prosigue Martínez-Aedo, constatan que la familia como primer núcleo de solidaridad, de apoyo, educador, transmisor de valores, en definitiva, de amor, sigue constituyendo el pilar básico de nuestra sociedad. Así, en una reciente encuesta realizada por el Instituto de Política Familiar sobre "Las funciones sociales de la Familia" se comprobó que para la inmensa mayoría de los encuestados, la familia es la institución más importante para la sociedad (73%), la que cumple con más eficacia sus funciones (88,5%), la más solidaria (80,4%), la más eficaz para educar en valores (86,2%), la que más ayuda ante problemas personales o afectivos (95%) o en caso de crisis económica (94,4%). Las crisis y dificultades sociales, económicas y demográficas de las últimas décadas han hecho redescubrir que la familia representa un valiosísimo potencial para el amortiguamiento de las circunstancias adversas a las que nuestra sociedad se enfrenta. La familia española sigue siendo el lugar de encuentro entre las distintas generaciones y donde se da un intercambio continuo de ayudas entre unos y otros, además de servir de colchón de amortiguamiento ante las crisis o adversidades- económicas, emocionales o de cualquier otro tipo. Todo ello constata no solo la importancia de las funciones sociales que cumple la familia y su contribución al desarrollo de la sociedad, sino también la vigencia de la institución familiar en pleno siglo XXI. Pero junto a estos aspectos positivos, es necesario también señalar que los problemas de la familia española, prosigue el Vicepresidente del IPF, se han agravado considerablemente en los últimos años. España bate records negativos tristemente año tras año. Así: 1. España es una nación Vieja (uno de cada 6 españoles es mayor de 65 años), con una pérdida continuada de su juventud (casi 4 millones menos de jóvenes desde 1980), … y en la que cada vez nacen menos niños (95.000 niños menos al año que en 1980), con una explosión del número de defunciones por abortos (más de 100.000 abortos en el 2006 que hacen que España sea el país de la UE donde más se han incrementado el número de abortos en los últimos 10 años, con un incremento del 99%), siendo además el país de la UE en el que más tarde se empieza a tener hijos (30,88 años). 2. Los hogares están cada vez más vacíos (2,9 miembros por hogar) y solitarios. El 20% de los hogares españoles (casi tres millones de españoles, la mitad ancianos) son, en la actualidad, solitarios. 3. Cada vez se producen menos matrimonios (la tasa de nupcialidad ha descendido desde los 5,88 en 1980 hasta 5,04 en el 2004) y se rompen más (más de 145.000 rupturas en el 2006; 400 matrimonios rotos a día, uno cada 3,6 minutos) de manera que la estabilidad es un valor cada vez menos extendido. Mientras los distintos indicadores se están agravando, las políticas familiares en España siguen siendo continuistas, asistenciales e insuficientes. Así: 4. España sigue siendo uno de los países de la UE27 que menos ayuda a la familia (tanto en organismos de la administración dedicados a la familia, como en dotaciones presupuestarias y planes y/o medidas destinadas a la familia). 5. España sigue aplicando una política asistencialista, mientras en Europa la universalidad de las ayudas es un hecho, en España la mayoría se limita con bajos niveles de renta, convirtiéndolas en ayudas a la integración social, no de apoyo a la familia. Mientras los países europeos apuestan por la Familia con organismos de primer nivel, España persiste con organismos de tercer nivel, siendo además España uno de los países de la UE que menos dotación presupuestaria destina a la familia (muy alejada de la media del 2,24% del PIB a la familia), provocando diferencias abismales con respecto a Europa. La familia no es todavía una prioridad política para las administraciones españolas, concluye Martínez-Aedo. Existe un divorcio claro entre la importancia, la percepción de la sociedad hacia la familia y las funciones sociales que cumple y el apoyo de las administraciones. Es necesario un auténtico cambio. Las administraciones deben asumir la prioridad política que se necesita para ayudar a la familia a ejercer sus derechos sin trabas, superar sus problemas y cumplir sus funciones, lo que supondrá un enorme beneficio social.
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