Pro Vida vuelve a ser políticamente correcto.
Algo está cambiando. Ser pro vida ya no es una rémora política. Ejemplo de Estados Unidos. El país que comenzó con la plaga del aborto está encontrando recursos éticos para frenarlo. Esperemos que en Europa, que vamos con retraso, no necesitemos veinte años para lamentar no volver a tiempo.
Sr. Director:
Christopher Blunt y Freed Steeper, expertos en opinión pública y estudiosos de estrategia, explican en MercatorNet (15-06-2007) "por qué la etiqueta pro vida ya no descalifica a los políticos" estadounidenses, a partir de un sondeo sobre la cuestión realizado en Missouri, uno de los estados más representativos del electorado nacional.
El análisis disecciona los datos y muestra el cambio que se ha producido en la opinión pública.
Así entre aquellos que no practican ninguna religión se ha pasado de un 53% que se consideraba fuertemente pro-choice y un 10% fuertemente pro-life en 1992 a un 35% y 20% respectivamente en la actualidad. Según esta encuesta, el cambio también se observa entre protestantes, postgraduados y jóvenes.
Especialmente llamativo es el caso de las mujeres menores de 30 años, entre las que el 40% es fuertemente pro-life y solo el 20% fuertemente pro-choice, justo al revés que hace quince años.
Emiliano Quílez