Mientras el azul se intensifica
hasta volverse negro;
llegando a confundirse el uno con el otro;
y el día se trueca con la noche.
Cuando el gris se oscurece;
hasta el reinado de las sombras;
y el viento se enrosca
en espiral de vértigo.
Cuando la vida se colapsa;
porque, las crisis,
nos dejan sin respiración;
y las esperanzas se alejan de nosotros.
En el fondo de nuestro ser;
en nuestro inquieto corazón;
vuelve a brillar una estrella.
Es el lucero, el sol, de la Navidad.
Él, despertará al niño
que hay en ti.
Para que, María y José,
te lleven hasta Jesús.
Encuentro
único e imprescindible
para vivir
Javier Peña Vázquez * Málaga