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jueves, 16 de diciembre de 2010

Un lucero brillará en esta noche: Navidad 2010

Mientras el azul se intensifica
hasta volverse negro;
llegando a confundirse el uno con el otro;
y el día se trueca con la noche.


Cuando el gris se oscurece;
hasta el reinado de las sombras;
y el viento se enrosca
en espiral de vértigo.


Cuando la vida se colapsa;
porque, las crisis,
nos dejan sin respiración;
y las esperanzas se alejan de nosotros.


En el fondo de nuestro ser;
en nuestro inquieto corazón;
vuelve a brillar una estrella.
Es el lucero, el sol, de la Navidad.


Él, despertará al niño
que hay en ti.
Para que, María y José,
te lleven hasta Jesús.


 
Encuentro
único e imprescindible
para vivir



Javier Peña Vázquez * Málaga

jueves, 4 de octubre de 2007

EL VALOR DE UNA SONRISA


Quiero ser libre


En Aragón Liberal

La libertad es un don y una necesidad que hay que ganar día a día, ejerciéndola. Un camino de perfección para el hombre que consiste en desechar cuanto le impide mejorar y buscar lo bueno que hay en todas las situaciones, para sí mismo y para cuantos le rodean.


Esta mañana, cuando llegaba a la parada de autobús, me encontré con un gran atasco de tráfico, un punto de contrariedad que inmediatamente se disipó al percibir que allí nos aguardaba una sonrisa capaz de iluminar la mañana. Me pareció un ángel dispuesto a custodiar el buen comienzo de la jornada.


Sólo intercambiamos unas palabras sobre la posibilidad de llegar al centro a una hora determinada, mas fue suficiente para darle un tono agradable a esos momentos que ya empezaban con algunas dificultades y que luego aumentarían, aunque ahora con optimismo.


Ya que vivimos en una sociedad alterada por la intransigencia de los de siempre; aquellos que aprovechan las contrariedades habituales de la convivencia, con mayor eficacia y daño cuanto mayor es la posición que ocupan, para agrandar e infectar las heridas; que hermoso es disponer de una amplia sonrisa que abarque todo nuestro vivir y equilibre cada circunstancia, aunque no sea tan angelical como la de esta vecina.


Hoy que amanecía gris y que podía haberme tropezado con las miradas indiferentes o adustas de otros días; hoy, me encontré con un ángel que iluminó la mañana y le proporcionó otras posibilidades.


Debo añadir, para el creyente, que después supe que estábamos en la festividad de los Ángeles Custodios y que, a la chica en cuestión, nunca anteriormente la había visto. En cualquier caso: ¡Sonría, por favor!


Javier Peña Vázquez * Málaga